¡Que te den... concurso!

Excelente debut en el largometraje de Rodrigo Cortés, la única
referencia que tenía de él era el gran corto "15 días" (que tiene que
ver mucho con esta nueva película). Un buen, y nada complaciente,
guión, que nos anuncia desde el principio la muerte del protagonista
desde su propia voz en off (sí, no suena a todos, y es un excelente
recurso que hay que saber utilizar; Cortés sale bien parado);
aprenderemos bastante de economía moderna con ejemplos sencillos
(dedicados a nuestro amigos "liberales", neo-liberales, neocons, o
como diablos se llamen ahora) y saldremos de la sala con la sensación
de que nos han reafirmado en lo que ya sabíamos y en lo que
tristemente somos día a día.
Incluso un actor que no me termina de convencer (un Sbaraglia que
prefiero con su acento original, como es este caso) no está nada mal
en un papel complicado que tiende al histrionismo. Se agradece la
presencia de un Chete Lera, que le da un tonillo de fabula de ciencia
ficción a lo "Abre los ojos" (que me gusta narrativamente, pero que
no debe apartarnos de las verdades como puños que dice este
personaje). Una original y dinámica realización, buenos momentos
cómicos. no se puede pedir más y se agradece un cine comprometido,
que no deja de lado su afán por entretener.
Hay muchas cosas detestables en la televisión, pero no creo que nos
hayamos detenido demasiado en lo detestable de la filosofía de los
concursos. ¿Puede haber un "pan y circo" más evidente?

Es curioso, hace poco conocí a una persona que trabajaba en una
pequeña productora, artífice de una película que, en mi modesta
opinión, ni me parece muy buena, ni me parece muy transgresora: "Las
horas del día". Empezamos hablando de "Salvador", gran película para
mí, que no tengo ningún problema en "encuadrar" como "cine de autor".
Ella lo negaba, al ser una gran producción. ¿Un alto presupuesto
imposibilita un cine, digamos, sincero y transgresor? Lo siento, pero
yo me niego a sostener tal cosa. ¿Dónde catalogamos a "Concursante"?
No creo que haya tenido un gran presupuesto, pero seguro que tampoco
es del gusto de estos productores "independientes".
En un reciente debate de críticos y profesores en el programa de La 2
"Versión española" arremetían contra "Mar adentro", por ser una
película alentada desde las instituciones que nos habían "metido por
los ojos". ¿Elimina eso sus excelentes virtudes? No sé, me parece
estupendo que se haga cine a todos los niveles, entiendo que hay
auténticos problemas de distribución, pero es triste etiquetar o
despreciar de esa manera tan demagógica y, creo, rayando la envidia.

Yo me decanto por la vertiente más literaria y comprometida (palabra
que tiene muchas lecturas) de esto de "hacer películas", pero, claro
está, no pretendo que sea la única visión posible (solo que se
respete esa posibilidad, y hay veces que también se niega por parte
de los más cortos de miras). Creo que ya está bien de tanto discurso
elitista, lastimero y despreciativo hacia lo que hacen los demás, por
parte de subvencionados o no subvencionados, "independientes" o
"sumisos al sistema"; pienso, sinceramente, que hay caminos intermedios.