Estrenan hoy la peli "300", dirigida por Zack Snyder, que adapta (creo que fielmente) el cómic del gran Frank Miller. No soy aficionado a este tipo de cine (¿que qué tipo?, pues creo que se juntan varios que no me estimulan, en principio: el de época, el bélico y las moderneces digitales éstas que me dejan bastante frío).
El film nos habla de la famosa Batalla de las Termópilas, y puede considerarse, entre comillas, un remake del "peplum" de 1962 "The 300 Spartans" (aquí se llamó "El león de Esparta", muy hábil juego de palabras con el nombre del rey protagonista), el cual inspiró la novela gráfica de Miller. En mi oficina se produce una divertida discusión con un erudito compañero, amante de las civilizaciones antiguas, sobre la dichosa batalla; no llegamos a un consenso sobre cifras, pero nos permitimos dudar (nosotros somos así) del rigor e imparcialidad de Herodoto (la verdad llegará algún día con algún libro de historiadores "de verdad": del iluminado César Vidal, y su gusto por los misticismos y conspiranoias, o del inefable Pío Moa, el cual seguro que culpa al PSOE y su afán golpista del asunto).

El autor de "Sin City" está contento con sus adaptaciones a la gran pantalla (para mí, la película de Robert Rodríguez palidece al compararla con las novelas gráficas originales). Todavía nos preguntamos muchos por qué el demasiado adorado Tim Burton no se inspiró en el "Dark Knight", de Miller, o en "La broma asesina", de Alan Moore, para que su primer batman tuviera un guión decente. Menos mal que vendría, años después, Nolan a arreglar el desaguisado. Burton confesó finalmente que no entendía nada de cómics; el cachondo de Kevin Smith le respondió que se explicaba tal cosa… ¡viendo su "Batman"! Hubo un falso rumor en su tiempo que decía que Eastwood había adquirido los derechos sobre "El señor de la noche", y el mismo la dirigiría e interpretaría; algunos nos relamíamos de gusto ante semejante visión (hoy, el ex-reaccionario y genial director está ya muy talludito para andar por ahí en mallas).

Puede que "300" sea de nuevo (como en la ciudad pecaminosa de Rodríguez, que co-dirigió el propio Miller) una "recración" (y no adaptación) de la obra escrita y dibujada. Ha gustado a todo el mundo (menos a los iraníes, que dicen que los persas parecen "salvajes e imbéciles"), pero también han tachado al director de fascista; éste, muy sarcástico y sincero él, ha afirmado que no le interesa ninguna película donde no se mate o no se folle. Bueno, puede que finalmente me acerque a verla.

Hay motivos para relamerse de gusto de nuevo: Snyder va a dirigir la adaptación de "Watchmen". obra maestra de Moore y Gibbons.