lunes, octubre 29, 2007

Es quizá Iciar Bollain, junto a Fernando León, la última esperanza del cine español de temática social, con evidente calidad, y que no renuncia al género. Sí, ya sé, que la etiqueta de "social" se convierte en peyorativa de tanto usarla; pero es que me parece, perdónenme ustedes, que se usa muy gratuitamente. Lo negativo no es que se toquen determinados temas en las películas (y yo no tengo reparos en decir que me fascina que se utilice en los guiones todo aquello que nos afecta a las personas), lo crudo es que la industria española sigue siendo raquítica y gran parte de sus películas más bien malas.

"Mataharis" me parece una excelente película, cuenta la historia que desea contar. Y la Bollain, en su corta y sólida filmografía, tiene muy claro lo que quiere narrar; y eso me parece una notable virtud, en esta filmografía "nuestra", tan necesitada de buenas historias.
Cuando escuché que la directora de "Te doy mis ojos" se había interesado por las mujeres detectives, no pude evitar extrañarme. Sin embargo, resultaba claro que el análisis ético de una profesión mercenaria, obligada a revolver en los trapos sucios, iba a estar presente en el guión de una persona entrenada en la "escuela" de Ken Loach (y cuya pareja es nada menos que Paul Laverty, guionista habitual del director de "Tierra y libertad"). No defraduda la Bollain, apoyada en tres excelentes actrices, que representan tres diferentes generaciones, con una fase distinta en sus vidas en pareja. Sí, Najwa, siempre me ha gustado, ahora que tiene una perfecta dicción y que abandona su pose de "femme fatal", humanizándose en el viaje, mucho mejor. La cada vez más guapa María Vázquez (y que recuerda inevitablemente a la Iciar actriz) es una de las mejores actrices de su generación, que ya había llamado la atención en películas como "Silencio roto" (papel corto, pero se hace notar), la decepcionante "A golpes" o la enigmática "La noche del hermano". A la más veterana Nuria González habrá que seguirle la pista y espero que le lleguen buenos papeles (que tan necesitadas están de ellos las mujeres de más de cuarenta).

No adolece "Mataharis" de los tics maniqueos o acartonados de las películas de Gerardo Herrero (con guiones de Belén Gopegui). No hace falta demasiado para denunciar el mundo en que vivimos: personajes que no están dispuestos a hacer cualquier cosa en su vida laboral, o que son capaces de arriesgar una posición cómoda por los demás, me parece más que suficiente. Sin énfasis ni discursos, que tanto chirrian en este tipo de historias. Por otra parte, la virtud de no juzgar a sus personajes, de dotarles de complejidad (lo que les engrandece o envilece son sus decisiones morales, pero están presentes también el miedo y los prejuicios que nos acompañan a todos los seres humanos, los necesarios matices); solo un par de personajes masculinos están comprensiblemente cercanos a la caricatura: ese jefe de la agencia, machista y despótico, y ese marido "mudito" incapaz de atender a la persona que tiene a su lado.
Muy notable película para una, ya consagrada, excelente cinesta.

1 comentarios:

A las 12:05 p. m. , Blogger Marquitos ha dicho...

muy bueno. si quieres entrar en mi blog es www.yoflipado.blogspot.com

 

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