lunes, noviembre 05, 2007

Si Ben Affleck es un actor horrendo (ahora le están calificando de "discreto", pero creo que no le hace "justicia"), exceptuando quizá su trabajo en la muy estimable "Hollywoodland", donde interpreta a un actor trepa y mediocre (y no haré ningún chiste ni más comentarios sobre las dotes interpretativas del protagonista de tantas películas olvidables).

Junto a su colega Matt Damon, se llevó un Oscar hace varios años por una película, en mi opinión, bastante sobrevalorada e irritantemente autocomplaciente como es "El indomable Will Hunting", dirigida por el incalificable Gus Van Sant. Frente al buen hacer del rubio protagonista de la saga Bourne, Affleck parecía el hermano pobre y se había considerado la co-autoría de aquel guión poco más que una casualidad.

Ahora, sorprende Affleck gratamente (muy gratamente, en este universo hollywoodense de thrillers absolutamente planitos) con la adaptación de otra novela del autor de la magnífica "Mystic River" (novela y película, magníficas las dos).
Y ambas historias parecen pertenecer al mismo universo desesperanzado, poblado de personajes depravados (el policía que interpreta Ed Harris reprocha al protagonista que la mitad de sus conocidos son degenerados, y el joven detective le responde que no se lo recrimine: "la otra mitad son polis"), en un mundo que quizá deja pocas opciones y que obliga a valorar más las decisiones morales de aquellos que deciden hacer lo que consideran lo correcto, por encima de lo que determinan las circunstancias. No obstante, "Adiós, pequeña, adiós" (título español que retrotrae a la gran literatura negra, pero que quizá no hace justicia al auténtico significado del original "Gone Baby Gone") no es una película en absoluto cómoda de ver (y no me refiero únicamente a lo morboso de cierto temas), en la que se "obliga" al espectador a tomar partido en situaciones nada fáciles y que no complacerá a aquellos que esperan una vulgar y maniquea historia de aguerridos polis y temibles criminales.

Un sorprendente Casey Affleck (hermano del director, y al que confieso no haber seguido la pista hasta ahora), infinitamente más dotado y más carismático como actor que su hermano mayor, interpreta a un inolvidable y heterodoxo detective; es acompañado por dos instituciones como el mencionado Harris y Morgan Freeman (dos actores cuya presencia justifica una película y, afortunadamente, las películas donde trabajan suelen merecer la pena). Les acompañan un sólido plantel de secundarios; quizá también, y paradójicamente, Mr. Affleck sea un excelente director de actores.

Alguien ha calificado el abierto y sorprendente final de esta película como desesperanzador. No estoy de acuerdo, nos queda un nudo en la garganta a aquellos que nos sentimos compañeros de viaje del protagonista en su valiente decisión, una decisión que conlleva también esperanza en un mundo corrompido.

2 comentarios:

A las 8:53 p. m. , Blogger Marquitos ha dicho...

hola capi te acuerdas de mi marcos el sobrino de julius muy bueno el trabajo. ha tengo un blog por si lo quieres ver es www.yoflipado.blogspot.com
Veras mejor que el tuyo
adios

 
A las 8:53 p. m. , Blogger Marquitos ha dicho...

julian

 

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