sábado, febrero 16, 2008

Dos decepciones a medias, las de las últimas películas de directores clave del cine estadounidense contemporáneo.

No es país para viejos no es un film, ni por asomo, redondo. Los amantes del cine somos muy aficionados a poner etiquetas y se ha hablado de "moderno western fronterizo", "road movie" y cine negro. Se la ha llegado a comparar con otras películas de los Coen, como Sangre fácil -su ya lejana estupenda opera prima-; esa sí, homenaje a la mejor literatura de género negro, con ecos de la magistral Perdición. No veo yo la relación con ambas películas. No es país..., ni posee el magnífico humor negro de Fargo, ni su riqueza y definición de personajes, ni tiene tampoco la concisión y perfeccion de guión de Sangre fácil. Es más, diré que me parece una película sumamente imperfecta, con una ruptura en el tramo final que me descoloca -iba a decir "descoloca al espectador", pero la película ha gustado tanto que no sé si seré el único- y con unos diálogos, seguramente presentes en la novela con más explicación, que contribuyen a no saber del todo lo que se ha querido contar. Desde luego, hay momentos magníficos -por otra parte, como siempre en el cine de estos hermanos, incluso en el más flojito-, casi todos protagonizados por un Bardem enorme, que da vida a un personaje que parece representar el mal es estado puro y la arbitrariedad que conlleva y con unos extraños principios y moralidad. Por otra parte, ese tono desesperanzador, desasosegante, con intentos fallidos de humor negro, con un mensaje que parece añorar el pasado de una poderosa nación edificada -como todas- con el aplastamiento de otros seres humanos, unido a su excesiva pretenciosidad, a esa última parte, en mi opinión, bastante fallida y a lo que solemos esperar de los Coen hace que me quede un mal sabor de boca.

There will be blood -insisto, la imbecilidad del título español me remueve todo, más después de ver una película que tiene poco de épica- me ha producido algo parecido. De nuevo, nos encontramos ante una obra tremendamente ambiciosa, situada en los comienzos del siglo XX, curiosamente rodada en la misma zona de la película de los Coen, que construye un protagonista de esta historia de petroleo hecho a sí mismo en su ambición y maldad absolutas -quizá, lo mejor de la película es cuando se destapa definitivamente la careta de un personaje inicialmente ambiguo-. De nuevo, estamos ante una película perturbadora, excesivamente sangrienta -lo de la violencia en el cine, merecería un comentario aparte-, todos los adjetivos que he utilizado anteriormente para No es país..., pero quizá, a pesar de lo plúmbea que resulta el guión y la realización en muchos momentos -atención también a la machacona música, que parece enfatizar y otorgar personalidad a ciertas secuencias, no creo que lo consiga del todo-, estamos ante una película mucho más redonda, que sabe con firmeza lo que quiere contar, en la que yo creo que Paul Thomas Anderson ha hecho exactamente la película que ha querido. En mi opinión, tanta violencia -en algún momento, parece que estamos ante el Bill "el carnicero" de Gangs of New York-, especialmente en la parte final, es un error, y el excelente Daniel Day Lewis se muestra al borde del exceso -aunque creo que le supera en histrionismo el joven Paul Dano-. No obstante, ayudan un poco a limar la excesivas asperezas del guión, con ese retrato de un tipo supuestamente unidimensional en su maldad y ambición, algunas sutilezas donde adivinamos que, si bien el personaje ha caído en la degeneración moral más repugnante, con un poder desmedido, quizá sus sentimientos no han sido siempre los mismos -"odio a casi todo el mundo", comenta ya avanzado el metraje, y parece estar convencido de haber querido cultivar voluntariamente ese desprecio a sus semejantes-.
Daniel Day-Lewis es un actor fascinante, que se prodiga poco -se habló incluso de retiro-, pero que ha trabajado con nombres, nada menos, como Frears, Ivory, Kaufman, Sheridan -por tripiclado-, Mann, Scorsese -por duplicado- o el propio Anderson, joven y excelente guionista y director, con una filmografía extraña, heterogénea y muy personal.

Etiquetas: , , , , , ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio