martes, marzo 04, 2008

Cine y literatura, a pesar de los numerosos maltratos, siempre han tenido una buena relación. A mí, al contrario que a la mayoría de los mortales, me gusta ver los libros que me han apasionado en la gran pantalla y, en sentido inverso, estupendas adaptaciones al celuloide me han descubierto a grandes escritores.
Acabo de leer la novela Mystic River, de Dennis Lehane, adaptada magistralmente al cine por Brian Helgeland y Clint Eastwood. Se trata de una película muy fiel al material literario original y es curioso que la magnífica secuencia inicial en la que los chavales dejan su nombre escrito en el cemento fresco, menos uno que no puede terminar de escribirlo ante la tragedia que se le viene encima -una vida quebrada, of course-, sea de lo poco que no esté en la novela. Lehane también corrió buena suerte en la versión cinematográfica de su obra Gone, baby, gone, dirigida sorprendentemente por Ben Affleck. El maestro Scorsese está a punto de iniciar el rodaje, con un excelente reparto, de la adaptación de otra novela de este hombre, Shutter Island, ambientada en los años 50 en dicha isla azotada por las tormentas y centrada en la investigación de la desaparición de un interno de un centro para enfermos mentales. Es Lehane (1966) un nombre fundamental ya de la literatura negra contemporánea.
Otro escritor importante de este género, Michael Connelly (1956), tuvo ya una buena adaptación -película que merece ser revisada y valorada- en Blood Work de nuevo por el maestro Eastwood. Es extraño que no haya proyectos para la gran pantalla de sus muy cinematográficas novelas protagonizadas por el detective Harry Bosch.
Cormac McCarthy (1933), considerado uno de los mejores escritores norteamericanos vivos, había sufrido una adaptación penosa de su novela All the Pretty Horses, primer volumen de una trilogía sobre la frontera. En la oscarizada y fallida película de los Coen se intuye una gran novela de un autor que muestra las miserias del país más poderoso del planeta en formato de western fronterizo. En rodaje se encuentra la versión de su novela The Road, dirigida John Hillcoat y protagonizada por Viggo Mortensen, y existe otro proyecto para adaptar Blood Meridian, que dirigiría el antaño prestigioso Ridley Scott -a este hombre le perdonamos porque dirigió lo que dirigió a finales de los 70 y principios de los 80-.
Otro gran escritor de la actualidad, Philiph Roth (1933), tuvo una aceptable adaptación en 2003, dirigida por Robert Benton, de su magistral novela The Human Stain -créanme ustedes, lean esta excepcional obra, a pesar de que hayan visto ya la película-. La muy sobrevalorada Isabel Coixet acaba de adaptar, creo que muy peculiarmente, The Dying Animal con el título de Elegy. Otro Philiph, Noyce, tendría que dirigir en breve un guión, escrito por John Romano, basado en la novela de Roth American Pastoral.

Etiquetas: , , , , , , , ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio